Guillem de Mont-Rodón
Los frares templarios de Monzón forjaron una leyenda que discurre a través de 166 años. Tras los muros de su castillo almacenaron diezmos, ganaron guerras, resistieron asedios y educaron reyes.
Jaime I, rey de Aragón, fue educado en Monzón entre 1214 y 1217 por el maestre templario Guillem de Montrodón, infanzón que llegó a la maestría por su coraje y su labor al lado de Pedro II. Tres años determinantes para su futuro. Adéntrate en el Homenaje que cada año los montisonenses celebramos en honor al maestre templario.